En el mundo en el que vivimos, ahora más que nunca, nos encontramos rodeados de noticias y eventos complejos, inciertos, terribles en muchas ocasiones. No hay que huir de la realidad pero tampoco es bueno centrarnos exclusivamente en los aspectos negativos del mundo. Todavía hay mucha bondad en el mundo, muchas cosas buenas y agradables a nuestro alrededor. En ocasiones es necesario equilibrar la balanza de forma deliberada hacia lo positivo para no caer en la desesperación.
Una de esas cosas que nos permiten equilibrar la balanza es el cultivo de la alegría. En meditación, la alegría forma parte de los cuatro Brahmaviharas, los cuatro inconmensurables. Son cuatro virtudes que se pueden cultivar de manera indefinida y que, según el budismo, son antídotos ante estados negativos de la mente como el miedo, la aversión o la envidia.
El origen de los Brahmaviharas
Este monje del siglo V describió la manera en la que cultivar estas cualidades de manera progresiva, comenzando por la práctica con personas cercanas y después incluir a gente cada vez más alejadas emocionalmente de nosotros. Finalmente, seríamos capaces de incorporar en la práctica a nuestros enemigos e incluso a toda la humanidad.
La alegría de los Brahmaviharas, o Mudita, como se la conoce por su denominación en sánscrito y pali es una alegría social, en la que disfrutamos con la alegría de los otros. Es el recordatorio de que todos los seres humanos estamos unidos por las emociones y compartimos también nuestros éxitos y momentos cumbre.
Cultivar la alegría es regocijarse con aquellos que están disfrutando de un momento genuinamente alegre. No es una alegría superficial o intoxicante, no es un desenfreno de los sentidos ni una exaltación de un disfrute burdo. Es una alegría profunda al ver a otro ser vivo feliz y pleno.
Si nuestra práctica de meditación en la alegría nos permite acortar la distancia con la alegría de los demás, estamos cultivando una correcta mudita. Si está centrada en aspectos sensoriales (en placeres más que en alegría genuina), o es interesada, no es mudita. Será algo que se le parece pero no será mudita.
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