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Bajando revoluciones

Hay una serie de hábitos que generan serenidad o que ayudan a la serenidad. Es dificil imaginarse a una persona serena en mitad de una competición de formula uno, donde los nervios están a flor de piel y donde la reacción automática y entrenada es la que permite cruzar primero la línea de meta.

De la misma forma, otros hábitos nos ayudan a cultivar una mente serena y centrada. En la cultura japonesa tradicional podemos encontrar ejemplos de este tipo de actitudes y de hábitos: el Ikebana, los bonsais, la ceremonia del té, la práctica de la caligrafía…

Cuando estuve en Kanazawa visité el jardín de Kenroku-en, un parque-jardín precioso que alberga algunas obras singulares como la casa de té de Yüdao-tei. Para llegar a la casa, hay que caminar por un sendero de piedras irregulares entre la hierba. Parece ser que la disposición de las piedras es deliberada para obligar al visitante a prestar atención a sus pasos y de esta forma centrar su atención en el presente y alejarle de otras distracciones. Se suponía que de esta forma lograban que los invitados cambiaran de actitud antes de unirse al anfitrión en la ceremonia del té.

Escapa de las trampas de atención

Hoy tenemos muchos accesorios que hacen lo contrario que hacía el sendero de Yüdao-tei. Son trampas que hacen que nos alejemos del presente de manera continua. Este continuo retirar la atención genera fatiga mental y nos impide cultivar una atención continua en una tarea concreta.

Piensa en el simple acto de conversar.

Antes de la tecnología, la conversación era un momento continuo entre varias personas. Cuando surgía la conversación, surgía. De esta manera estabas conversando de manera ininterrumpida de uno o varios temas. Incluso la conversación comenzaba en un tema y luego iba transformándose y tocaba distintos tópicos.

Hoy, las conversaciones no son necesariamente continuas. Uno escribe un wasap y la persona al otro lado le responde en ese momento o más adelante. Puede haber un breve intercambio de frases y luego se reanuda. La conversación no es la protagonista, es algo que sucede mientras estás haciendo otras cosas adicionales.

En la dinámica actual, la conversación no estimula la atención consciente. O bien la conversación es un distractor de otra cosa que estás haciendo, o bien las otras cosas te distraen de la conversación del móvil. Es una conversación que tropieza con las interrupciones una y otra vez, sin fluidez.

Date cuenta que sin esa fluidez tampoco hay profundidad. por lo que muchas de esas conversaciones de móvil son más un intercambio de información que persigue un fin concreto o bien son una imagen superficial, banal, de la relación con la otra persona.

Únete a un grupo de práctica de mindfulness

Para cultivar la actitud de meditación es necesario rebajar la velocidad, cultivar la sencillez y eliminar lo accesorio.

Puede que lleves tiempo meditando y te preguntes por qué no avanzas más. Puede que estés comenzando a meditar y lo veas complicado por este mundo tan contradictorio en el que vivimos.

En cualquier caso eres bienvenido. Todos los lunes de este mes de septiembre, de 19 a 20 horas realizaremos prácticas de mindfulness para cultivar la serenidad a través de estas actitudes. Somos un grupo pequeño donde todas las voces y niveles son bienvenidos. Si deseas participar ponte en contacto conmigo.

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