«La primera y última cosa que debemos saber sobre la meditación es que hemos de practicarla y experimentarla, en lugar de hablar y escribir sobre ella» Sangharakshita.
El primer libro que quiero recomendar es el libro que encendió mi interés sobre la meditación y el mundo relacionado con ésta. Lo encontré por casualidad en la Fnac y lo leí y releí muchas veces. Es un libro ameno y profundo, de los que puedes leer a muchos niveles. Su principal atractivo, para mi, consiste en que sabe transmitir la esencia del budismo y sus múltiples facetas. Aporta mucha claridad sobre un gran número de conceptos que utilizan otros autores y que resultan básicos para comprender qué hay detrás de esta gran tradición milenaria.
Sangharakshita es un inglés que ha vivido mucho tiempo en la india. En su libro se nota tanto su origen como su deseo de hacer llegar a occidente la forma de pensar del budismo.
¿Qué vais a encontrar en este libro?
Entre las páginas, el autor mezcla cuentos y leyendas budistas, conceptos filosóficos, linguística y sus propias conclusiones sobre el mundo occidental y oriental. Me encanta cómo presentan los distintos conceptos del budismo, porque los articula de manera clara y homogénea, algo que es muy difícil teniendo en cuenta la enorme diferencia entre las corrientes del budismo.
También habla de lingüística, de cómo son las palabras originales y por qué las utilizan para referirse a distintos conceptos. Personalmente me encantan este tipo de historias, porque me gusta saber cómo el lenguaje va evolucionando y da una idea clara de qué querían decir los primeros budistas cuando se refieren a aspectos tan abstractos como «sufrimiento» o «deseo»
Pero sin duda, la gran ventaja del libro es que explica conceptos que se tocan en muchos otros libros y prácticas, como el «vacío«, la «iluminación» o la «ética budista«. Sangharakshita los explica desde su propia esencia, sin casarse con ninguna tradición concreta y hablando desde nuestro punto de vista occidental.
No esperes, al final del libro, saber qué diferencia hay entre el budismo tibetano o el budismo zen, o qué práctica concreta de meditación realizar, pero sin duda te servirá para entender, cuándo hayas escogido tu práctica de meditación o cuándo estés leyendo un libro de monjes vietnamitas, a qué se refieren cuando hablan de la compasión o de la ausencia del yo.
¿Qué capitulo recomendaría?
La verdad es que me resulta complicado recomendar sólo un capítulo de este libro. Lo tengo ahora mismo subrayado y anotado en su gran mayoría, y también reconozco que he pasado varias páginas cuando se centraban es aspectos más dogmáticos del budismo.
Hay dos puntos que me hicieron vibrar especialmente: uno de ellos fue en el capítulo de «la textura de la realidad» en el que explicaba magistralmente cómo vemos nuestro mundo condicionado según la tradición budista y qué significan las tres marcas de la realidad (el sufrimiento, la vacuidad y la ausencia del yo).
El otro capítulo que me encantó fue el de «La atracción gravitacional y el punto sin retorno«. Detrás de un nombre tan engorroso, se esconde la explicación de por qué nos cuesta tanto mejorar en la práctica y el triple sendero que propone la tradición budista (que esconde, por supuesto, la meditación)
“….la facilidad con la que caemos desde las alturas de la meditación a las profundidades del mundo…”
“Heme aquí flotando entre esas nubes….” “y al cabo de poco tiempo, minutos o días a lo sumo, nos sentimos de nuevo abrumados, caemos de nuevo en las profundidades”…. “Cuando esto ocurre es natural preguntarse si la meditación vale realmente la pena. Empezamos a preguntarnos si realmente el progreso espiritual es posible, ¿nos estaremos acaso engañando? ¿vamos a estar rebotando de las alturas a las profundidades eternamente?….”
-Sangharakshita. Budismo.-
La mayoría de las personas que realizamos la práctica hemos tenido esta experiencia del “fenómeno gravitacional “en mayor o menor medida, cayendo una y otra vez bajo el poder de la existencia condicionada y de los pensamientos. Después de todo el esfuerzo realizado resulta descorazonador.
Me ha llamado la atención estos párrafos del libro dedicados a este fenómeno, porque yo sufrí este vaiven durante bastante tiempo hasta que encontré una puerta de salida. En mi caso fue.….rendirse a su presencia, a la existencia del fenómeno gravitacional, -está ahí, no se puede hacer nada-, limitarse a contemplarlo sin rechazarlo y simplemente seguir practicando.
Con la práctica se crea espacio, espacio entre eso que somos y los pensamientos. Este espacio nos desidentifica de ellos, y pierden poder sobre nosotros. Con la práctica, este espacio se hace cada vez mayor, más evidente, dejamos de ser lo que pensamos para ser el espacio donde los pensamientos ocurren. Y finalmente el espacio crece lo suficiente para que se ponga de manifiesto eso que es incondicionado, y que existe en cada uno de nosotros. Como señala el libro, cuando esto ocurre la atracción gravitacional cambia de dirección y somos atraidos esta vez y cada vez más hacia el Buda que somos realmente.