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¿Dónde van nuestros pensamientos cuando no estamos pensando en nada en concreto? Básicamente, se trata de pensamientos sobre nosotros. El «yo» segun William James gira en torno a nuestra sensación de identiddad enhebrando fragmentos tomados al azar en una narración coherente de nuestra vida. Este relato centrado en el yo acaba creando, más alla de nuestra experiencia cambiante instante tras instante, una sensación ilusoria de permanencia.

Debido a mi trabajo en el mundo de los recursos humanos, conozco bien el trabajo de Goleman sobre la inteligencia emocional. No en vano, él fue el principal responsable de que este concepto se haya popularizado. Sin embargo, Goleman también es un conocido practicante de meditación y defiende e impulsa la aplicación de técnicas de meditación y de mindfulness en entornos laborales y educativos.

focus

Cuando vi que su última obra esta dedicada a la atención me picó la curiosidad. La atención juega un papel fundamental en la meditación (de hecho, la palabra «mindfulness» se suele traducir como «atención plena») y me interesaba conocer qué tenía que decir este gurú de la inteligencia emocional sobre este recurso universal del ser humano. No me ha defraudado en absoluto.

La cita que ilustra el inicio de la entrada puede servirme como ejemplo de lo que uno puede encontrar en el libro. Goleman es un buen divulgador científico, lo que significa que va a explicar un tema concreto apoyándose de estudios e investigaciones de otras personas. Las páginas de Focus están llenas de referencias a experimentos, escáneres cerebrales, situaciones de laboratorio e investigaciones sociales. El gran mérito del autor es saber traducir toda esta amalgama de información académica a nuestro lenguaje cotidiano, salpicándolo de ejemplos comprensibles y cercanos.

Sobre todo al principio del libro, el lector encontrará historias de atletas, abogados de éxito o parejas con problemas que son utilizados para hacer más asequibles las investigaciones de muchos (muchísimos) expertos. Esto hace la lectura mucho más amena para los que quieran comprender mejor el funcionamiento de nuestro cerebro. También acompaña cada cita o ejemplo con sus fuentes concretas, para los más curiosos o rigurosos.

¿Qué vais a encontrar en el libro?

El libro trata sobre la atención, y la premisa de la que parte Goleman es que para crecer como persona es necesario desarrollar tres tipos de atención: la atención interna o hacia uno mismo, la atención externa (al mundo que te rodea), y la atención a los demás.

Aparte de explicar en qué consisten cada uno de esos focos, Goleman dedica un capítulo a hacer una (escueta) disección sobre la atención y las estructuras cerebrales y otro a la aplicación de estos tres tipos de foco en el ámbito laboral.

Lo mejor del libro es que en su recorrido por cada uno de estos capítulos, el autor profundiza en aspectos muy interesantes y que tienen una relación directa con la meditación, incluso con las prácticas concretas de un modelo estructurado de mindfulness.

Foto de World_Economic_Forum

Foto de World_Economic_Forum

Así, en el capítulo dedicado al foco interior, habla de la metaconciencia, de la importancia de tener «bien afinado el timón interior» para leer tus propios sentimientos e identificar tus pensamientos. En el capítulo sobre el foco en los demás nos habla de los diferentes tipos de empatía que existen y en cómo nos relacionamos con nuestros semejantes. En el capítulo del foco externo habla de la importancia del pensamiento sistémico y global, así como del compromiso que como seres humanos tenemos con nuestro entorno y las generaciones futuras.

¿Qué capítulo recomendaría?

Para mi, los primeros capítulos son realmente buenos. No sólo por los ejemplos amenos que ofrece y que te van enganchando a la lectura, si no también por la descripción de las estructuras cerebrales que nos regulan. En particular,  la distinción  entre las estructuras cerebrales ascendentes y descendentes (que son las que regulan las respuestas automáticas o ejecutivas), me ha parecido de un grandísimo valor.

Pero aparte de este capítulo, como practicante de meditación me ha gustado mucho este libro porque es muy sencillo enlazar su contenido con la práctica. Bueno, de hecho, todo el libro está plagado de referencias a la meditación y al mindfulness. Desde investigaciones o citas de gente del «mundillo» como Siegel, Davidson o el propio Kabat-Zin, como los efectos de la meditación en el cerebro y la utilización del mindfulness en entornos sanitarios y educativos.

Mindfulness, me dijo Davidson, estimula la red clásica de la atención, situada en la región frontoparietal del cerebro, que cumple con la función de dirigir la atención. Estos circuitos resultan esenciales para el movimiento básico de la atención, que consiste en desconectar nuestra atención de una cosa, dirigirla a otra y mantenerla en ese nuevo objetivo.

¿Qué capítulo me ha gustado menos?

Paradójicamente, el último, «el líder bien enfocado» me ha parecido el más flojo. En este capítulo es donde habla de las aplicaciones de la atención al mundo de la empresa y a las teorías del liderazgo. A pesar de que comente muchos estudios de la empresa en la que trabajo (Hay Group) acerca del liderazgo, sus conclusiones sobre el modelo de los tres focos y la excelencia parece un poco cogido con pinzas y, como suele ocurrir en estos libros, terminas con la impresión de decir «Sí, de acuerdo, la atención es importante, pero ¿qué hago mañana en el trabajo para ponerlo en práctica?»

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