«Mente Zen, Mente de Principiante” comienza hablando acerca de la postura que se debe adoptar durante la meditación.
“Cuando te sientas en la posición del loto completo, tu pie izquierdo está sobre tu muslo derecho y tu pie derecho está sobre tu muslo izquierdo. Cuando cruzamos las piernas de ese modo, aunque tenemos una pierna izquierda y una pierna derecha, las dos se han vuelto una. La posición expresa la unidad de la dualidad: no dos y no uno. Esta es la enseñanza más importante: no dos y no uno. Nuestro cuerpo y nuestra mente son no dos y no uno. Si piensas que tu cuerpo y tu mente son dos, te equivocas; si piensas que son uno, también te equivocas.”
Que un maestro como Shunryu Suzuki comience este libro hablando de la postura es significativo. La postura refleja lo que somos, y una buena postura de meditación es fundamental para poder avanzar en la práctica.
Amy Cuddy, Doctora en Psicología Social por Princeton, ha estado investigando durante mucho tiempo sobre el efecto que tiene nuestra postura corporal en nuestro modo de actuar. Esto no es algo nuevo. La comunicación no verbal lleva mucho tiempo siendo objeto de estudio, y aún tengo en mis estanterías los libros de Flora Davis de cuando estudié psicología hace más de una década.
Amy Cuddy descubrió que las actitudes y la conducta de las personas cambiaban simplemente por alterar las posturas corporales durante unos minutos al día. Podéis ver una interesante conferencia TED de Amy en este enlace (Está en inglés, pero subtitulada en Español). De igual forma, uno de los consejos que actualmente se dan para combatir el estrés es modificar la postura corporal en el trabajo para evitar sentirse hundido o abrumado por la carga de trabajo.
En la práctica de mindfulness, estar correctamente situado tiene efectos beneficiosos no sólo a nivel psicológico. Como apuntaba Suzuki y como se ha mostrado en muchas investigaciones, el sistema cuerpo-mente-emoción está conectado y lo que afecta en uno de los pilares resuena en los otros dos.
Sin embargo, al principio puede resultar incómoda la postura de meditación. La consciencia de uno mismo puede ayudarnos en esto. Convierte la incomodidad en una parte de tu práctica y obsérvala. ¿Cómo es la incomodidad posturar durante la práctica?
Para mi la postura que en la que mejor, mas cómodo y centrado me encuentro es sobre un banco de meditación. Sufro molestias en las rodillas y en tobillos por antiguos esguinces mal curados. Sobre el banco, apoyando rodillas en el suelo mantengo la espalda recta y equilibrada.
Es un ejemplo estupendo de cómo podemos practicar en diferentes posturas, independientemente de la historia quee tengamos de dolores físicos. Es importante que sepamos integrar nuestra historia (la de nuestro cuerpo) con la meditación que hacemos para que nos ayude. ¡Gracias por compartir!