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El otro día me recomendaron una librería nueva que hay en Callao, La Central, muy cerca de la Fnac. Es una librería de varias plantas, estrechita pero diferente, en la que además de libros de todo tipo encuentras otros artículos relacionados con el mundo cultural, como camisetas con frases literarias, carteles, manualidades, etc.

Cotilleando por ahí descubrí una colección de agendas Moleskine de La Guerra de las Galaxias. Son agendas pequeñas, negras, con frases sobreimpresas en la portada. Entre esas frases había una de Yoda, el entrañable enanito verde disléxico, que me llamó la atención.

Do or do not. There is no try

La cita es de una escena de “El Imperio Contraataca” en la que Yoda está enseñando a Luke una tarea aparentemente imposible. El aprendiz de Jedi, resignado, le dice “lo intentaré” y Yoda le responde con la frase, que en España se tradujo como “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.

Cuando vi la frase original me di cuenta de que tiene mucha fuerza (además de ciertas reminiscencias a los acertijos Zen). La traducción literal sería algo así como “Haz o no hagas. No hay intentar”.

Yoda

Yoda (Photo credit: BWJones)

La clave de todo el meollo está en el concepto de “intentar”, porque intentar algo implica suponer que

  • Existe una forma de hacer las cosas para alcanzar un objetivo
  • Existe la posibilidad de fracasar, como consecuencia de no hacer las cosas adecuadamente.

Yoda, y por eso me encantó la frase original, señala directamente a ese concepto. El matiz de la versión española es del tipo “no lo vas a intentar porque te tiene que salir bien”, mientras que en la original lo que nos dice es que no nos preocupemos por el fracaso, porque eso no existe. No hay una forma correcta de hacer las cosas, lo que existe es la acción o la no acción. Por eso no intentas. Por eso no existe el intentar.

En las clases de Santiago, los comentarios de algunos compañeros me recuerdan a mi mismo hace unos meses. Entonces estaba preocupado por si mi práctica de meditación se había estancado. No sabía si lo estaba haciendo correctamente, porque las experiencias que comentaban los demás no se parecían a las mías. Quizás no lograba un estado de concentración tan profundo, o la “luz” del estado de presencia no era tan clara como parecían describir, o la serenidad me esquivaba continuamente.

Hasta que descubres que tu práctica es tuya, y que los conceptos buena práctica o mala práctica no existen en realidad. Lo único que existe es la práctica de la meditación o la no práctica de la meditación.

Barred spiral galaxy NGC 1300 photographed by ...

Barred spiral galaxy NGC 1300 photographed by Hubble telescope (Photo credit: Wikipedia)

Cada uno de nosotros tiene diferentes aspectos, diferentes percepciones y diferentes experiencias. También tenemos formas diferentes de expresar lo que nos ocurre. Cuando alguien comparte una cosa, no implica que esté más avanzado o que le haya salido mejor. Podemos aprender de lo que dicen los demás, de sus obstáculos o de sus problemas, pero cada uno de nosotros está en un camino propio, con sus etapas individuales. La zanja que uno sorteó al principio del camino no es la misma que la que hay en el tuyo, ni está en el mismo lugar, pero puede servirte conocer qué hizo para rodearla.

Con el paso del tiempo, quizá descubramos que nuestro camino nos lleva a la vía esotérica, los sueños lúcidos y ese tipo de cosas. Es una posibilidad. Quizá nos dé por la parte más “folclórica” de la meditación Vipassana, con sus mantras, sus visualizaciones y sus cuencos. Es otra posibilidad. Puede que ni siquiera estemos en un camino con nombre. Simplemente nos sentemos y prestemos atención a cuanto ocurre, sin ningún método concreto, usando cosas de aquí y de allá.

¿Es una opción mejor que otra? No lo sé. Sólo uno mismo puede decidir si es mejor para uno mismo (y puesto que tú mismo estás cambiando, la propia respuesta también cambiará, pero eso es otra entrada). El caso es que no existe la opción correcta. Existe un paso, que lleva a otro paso, que lleva a otro paso

La frase de “voy a intentarlo” se completa de forma natural con un “…a ver si me sale”. Pero si todas las opciones son iguales, el intentar se desvanece. Sólo queda el hacer o no hacer. No hay intentar.

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