¡Se acaba el año! Este 2013 es el tercero que llevo meditando y tengo la sensación de que uno nunca deja de aprender. El último ejercicio que propuso Santiago y que estamos empezando a practicar es una muestra de que aún somos, de alguna manera, novatos en este camino.
´Desde mi punto de vista, la esencia de este último ejercicio es este:
Me acuerdo de que cuando comencé a meditar, Santiago ponía mucho énfasis en los pensamientos. Al principo, los pensamientos están presentes y nuestra relación con ellos es algo confusa. Son parte de nosotros, los consideramos como nuestra esencia, tienen, en mayor o menor medida, el control de nuestros estados.
En aquellos momentos, Santiago nos recordaba la metáfora de la escritura para relacionarnos de otra forma con esos pensamientos: cuando escribes, entre palabra y palabra dejas un espacio en blanco. Lo mismo ocurre cuando pensamos: entre uno y otro pensamiento hay un espacio en blanco. Con la meditación, poco a poco vamos ensanchando esos espacios en blanco, vamos diluyendo el poder de los pensamientos sobre nuestra vida.
Ahora, sin embargo, se trata de dejar entrar los pensamientos y ser consciente de que la presencia también existe con ellos, de que son parte del proceso de la presencia. Al igual que podemos caminar en presencia, fregar en presencia, escuchar música en estado de presencia, en este último ejercicio integramos los pensamientos como parte de la presencia.
Es algo como los juegos de la percecpión de la Gestalt en la psicología: Al principio de prácticar veíamos las caras y con la meditación comenzamos a ser conscientes de que existe una copa. Y ahora se trata de integrarlo, de ver las dos cosas como una no-dualidad. Existen las caras porque existe la copa y de la misma forma que existen las palabras porque existe el espacio entre ellos. No es que uno sea consciencia y el otro no. No es que uno sea presencia y otro no. Ambos son lo mismo, tienen la misma “carga” de presencia.
Es, en cierto modo, sencillo de comprender conceptualmente. Lo complicado es experimentarlo. ¡Pero tenemos todo el 2013 para meditar!
¡Feliz año a todos!
Feliz año,
el 2012 también fue transitorio… jaja
interesante la imagen y su asociación. Hablo de forma personal, pero el problema de asumir una realidad más grande que la percepción de la que nos «apropiamos», es el ego. La imagen que propones, de alguna manera, inspira humildad… quizás mi ego es excepcionalmente grande…
No queda otra que seguir intentando despertar.
Gracias por comentar, Luis.
Creo que el ego es nuestra gran paradoja: gracias a él estamos donde estamos en todos los sentidos, en el del progreso y en el de los problemas que nos generamos. Lograr el equilibrio entre lo funcional y lo disfuncional es una línea realmente fina en la que tenemos que caminar todos los días…
¡Abrazos!