Los seres humanos hemos conseguido mucho a lo largo del tiempo. quiza hayamos conseguido tanto que hayamos perdido la perspectiva.
Normalmente se nos dice que querer es poder como sinonimo de que la voluntad es capaz de alcanzar lo que nos proponemos. Como toda luz arroja sombras, el lado oscuro de esta frase esta en pensar que realmente es nuestra voluntad la que nos permite obtener las cosas. No siempre es asi. Puede que no sea asi nunca.
De forma general (y sabiendo el riesgo que conllevan las generalizaciones), podemos decir que el sufrimiento nace de la distancia que hay entre lo que hay y lo que queremos que haya. Cuando las cosas no son como queremos, sufrimos, sea en forma de ira, depresion, huida… o esfuerzo. Sí, tambien el esfuerzo nace de el sufrimiento, de no aceptar esa distancia que hay entre lo real y lo querido.
Del mismo sitio puede nacer algo bueno y algo malo.
Si al primer hombre de las cavernas no le hubieran salido almorranas, hoy no estariamos sentaditos en nuestros sofas de IKEA. El caso es que con el paso del tiempo, esta deriva por los logros ha generado expresiones como la que encabeza el post y que enmascara un problema mayor, la creencia de que la voluntad lo puede todo. Si la distancia entre lo que quiero y lo que tengo genera motivacion de cambio, la frase de «querer es poder» genera a su vez una expectativa de conseguir lo que quieres, que es generar una nueva distancia entre lo que tienes y lo que quieres.
Ese ponerte en movimiento para solucionar algo ya va cargado de serie con una distancia que conlleva sufrimiento. Asi que ¿que ocurre si despues de esforzarte no consigues lo que buscabas? Pues que sufres el doble: lo primero porque sigues como al principio, y lo segundo, porque has intentado algo y «has fracasado». Menuda trampa, ¿no?
Esta situacion se retroalimenta con mucha facilidad Los anuncios y la publicidad es un tema muy manido pero sigue siendo valido: la tele te dice lo que puedes conseguir si usas tal o cual producto, estilos de vida lujosos, viajes alucinantes, etc. Detras de todo eso está, susurrante, el mantra del ego (si quieres puedes, echale fuerza de voluntad, la perseverancia es la clave del exito, trabaja mucho y llegaras lejos).
No solo en los anuncios, el propio sistema esta forjado en mensajes explicitos a veces, que tienen que ver con una exaltacion del yo: el bono o comision implican que cuanto mas vende un comercial mas cobra, las notas del cole… en realidad, hasta las ciudades son una forma de exaltacion de la voluntad (ego). Su mensaje es claro: somos capaces de aplanar la tierra, suavizar las pendientes, salvar rios y horadar montañas para imponer nuestras carreteras, nuestros edificios, nuestras instalaciones.
Por decirlo asi, el ser humano ha perdido la humildad del principio de los tiempos. Aquella epoca en la que veiamos las montañas o el mar y nos sentiamos pequeños. Ahora vivimos rodeados de proyecciones del ego y nos creemos los putos amos. Hacemos proyectos mas que faraonicos, gargantuescos: islas creadas de la nada, con forma de paises. Rascacielos kilometricos, pistas de nieve en el desierto… Y claro, sufrimos. Sufrimos mucho, porque la distancia entre lo que tenemos y lo que creemos que podemos se ha multiplicado enormemente.
Tanto, como para ir hasta la luna.
El ser humano es capaz de hacer cosas inimaginables, grandiosas y llenas de belleza, en todos los campos. Es verdad que sufrimos, tal y como aseguras por la distancia entre lo que tenemos y lo que creemos que podemos. Y además de esto, porque creemos que podemos nosotros solos, olvidándonos de que para conseguir esas proezas, hicieron falta muchas personas y otras anteriores a ellas que contribuyeron a que eso fuera posible. Olvidamos la necesaria interdependencia.
Respecto a la frase que encabeza “querer es poder”, me ha venido a la mente otra frase que escuché en una ocasión a Vicente Simón: “Eres responsable de tus actos, pero no del resultado de tus actos”.
Muchas gracias por tu comentario, Paula. Y por tu maravillosa cita de Vicente Simon! Un abrazo
«El origen del sufrimiento es el deseo» -Buda-
Buda en su Segunda Noble Verdad nos recuerda no solo que el deseo produce sufrimiento, sino tambien la ignorancia. ¿Ignorancia de que?. Ignorancia de no conocer las cosas tal como son: insatisfactorias e impermanentes. Debido a esta ignorancia o confusión, nos creamos la idea de que conseguir el objeto de deseo conseguirá por fin hacernos felices y satisfechos. Si no conseguimos lo deseado sufrimos,…y si lo conseguimos tambien. Porque todo en el mundo está sujeto a la ley de la impermanencia y la insatisfactoriedad. Sí, cuando conseguimos lo deseado, tras un brevísimo lapso de satisfacción, no tardamos mucho en comenzar a sufrir por mieso a perderlo o porque vemos que veso va cambiando y desapareciendo.
Un hombre sabio dijo una vez:
«solo conozco a dos clases de infelices, aquellos que no consiguen sus deseos,..y a quellos que los consiguen».
Thich Nhat Hanh expresa la idea del aferramiento a lo conseguido de la siguiente manera:
“no es el hecho de que las flores se marchiten lo que nos provoca sufrimiento sino el deseo irreal de que no lo hagan.”
Así es, una manera muy bonita de señalarlo.
Gracias por tu cita, Paula!! Me ha recordado un fragmento del libro Momo. En él, Momo llega al «lugar de donde nace el tiempo». Allí descubre un estanque donde van creciendo y marchitándose las «flores horarias», de una belleza inimaginable. Una a una, sucesivamente, las flores horarias nacen y mueren, y Momo sufre y llora cada vez que ve a una de estas flores apagarse, hasta que deja de preocuparse por lo que «debería ser» y simplemente atiende al maravilloso baile de las flores en el estanque.